Por: Gonzalo Ortuño LópezPublicado: 06.03.2013
¿Puede la crónica desnudar los demonios del poder? ¿Qué aporta relatar la vida de los poderosos? ¿Cómo nos acercamos a ellos? ¿Es diferente la crónica cotidiana de la crónica del poder? Comentarios sobre el libro Crónica de un sexenio fallido.
Daniela Pastrana inició con la pregunta necesaria para los periodistas en el actual ajedrez político ¿cómo cubrir al PRI sin aplaudir en el intento?
“Es muy fácil aplaudir la detención de Elba Esther Gordillo, pero debemos cuestionarnos qué hay más allá de eso” dijo Ernesto Núñez, periodista y editor del suplemento político Enfoque.
Núñez quien recientemente publicó el libro Crónica de un sexenio fallido donde construye un perfil psicológico del expresidente Felipe Calderón y la toma de decisiones desde los escritorios de presidencia, también aseguró que lo importante es “recuperar en la memoria quiénes son estos personajes. Estar con ellos, sin tratar de ser como ellos”.
Martha Anaya autora del libro 1988: el año en que se calló el sistema, partió de su experiencia en la celebración de los 84 años del PRI, para insistir en que el cronista político debe ir más allá de la simple observación y conocer datos, historia y antecedentes de los personajes políticos.
Guillermo Osorno periodista y editor de la revista Gatopardo tuvo un reclamo más que una respuesta: “¿por qué muchos periodistas nos hablaron de Enrique Peña Nieto como un títere y terminó siendo menos títere que Calderón? Algo nos faltó para leer mejor a este personaje”.
Osorno puso de ejemplo a Jon Lee Anderson para hablar de una cobertura que considera tiene la suficiente calidad para sentarse junto a las cúpulas del poder, como también la capacidad de salir a la calle y hablar con la gente para medir la temperatura política. “El poder hay que cubrirlo en una atención con ojos frescos (sin prejuicios)”.
¿Qué nos faltó para entender a Enrique Peña Nieto?
Ernesto Núñez: “No le vimos la cualidades que ahora le vemos. Está bien arropado por un sistema. No es acomplejado como su antecesor, es alguien que se deja asesorar. Ha faltado cubrir a lo que rodea a Peña Nieto. Vemos un hombre que aprendió de sus errores porque hay un aparato que lo corrige”.
Para Núñez, el presidente se ha quitado la mala imagen que cargó durante las campañas electorales, no porque sea un hombre distinto sino porque se rodeó de un sistema que sabe manejar el poder por lo que no hemos terminado de conocerlo.
Anaya soltó algunas inquietudes más en la cobertura de personajes como Enrique Peña Nieto.
“Su imagen se caricaturizó mucho. Yo veo que es un tipo elemental pero no al nivel de una caricatura. Es un tipo esencialmente pragmático y con un gran olfato político, entonces ¿cómo da golpes políticos tan fuertes? Puede ser que el guión se esté escribiendo en otro lado y él es sólo un actor”.
Anaya enumeró los hechos que han marcado la nueva administración priísta en sus primeros 100 días: el pacto por México como una necesidad y a la vez estrategia de los partidos de izquierda para entrar en el escenario político y no perderse, el desliz por el informe patrimonial de los integrantes del gabinete, la cruzada nacional contra el hambre que curiosamente se enfatizó en zonas que próximamente celebrarán elecciones, la capacidad de reacción ante la explosión en la torre de PEMEX y la detención de la lideresa del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, Elba Esther Gordillo.
Ante este último acontecimiento la periodista consideró que su aprehensión dependía de si aceptaba o no la reforma educativa, además de varias señales meramente priístas. “Los priístas hacen algo muy bien, el frío siberiano” refiriéndose al peligro que representa ostentar el poder y no ser invitado a negociaciones y eventos por los miembros de aquél partido.
“¿Qué suele dar legitimidad a un mandatario? Un golpe de fuerza. Ya no son tan primitivos los priístas, ya no dejan cadáveres, actúan de una forma más quirúrgica y aunque Peña Nieto no necesitaba legitimarse si necesitaba un golpe de poder. Elba Esther desafió al señor presidente”.
Con un contagioso suspenso Anaya dijo que los pilares del Ejecutivo serán probablemente Osorio Chong, Luis Videgaray y Aurelio Nuño. De ahí la importancia de cubrir y entender a estos personajes “con el PRI a veces hay que esperar décadas para saber qué pasó”.
Condiciones para la crónica política
Desde su experiencia como editor Guillermo Osorno dijo que es difícil encontrar textos de periodistas que sepan entender el arco narrativo de los poderosos sin embargo mencionó que la materia prima ahí está. “ La narrativa sale de un personaje que busca algo, pero en la política hay fuerzas, éxitos y fracasos. El material humano, narrativo ahí está y si hay oportunidades de colocarlas en revistas y editoriales. Ejemplo Rosario Robles, del desprestigio total fue tejiendo su regreso hasta convertirse en la secretaria de la Sedesol (Secretaría de Desarrollo Social)”.
En cuanto a medios más tradicionales que no guardan espacio para la crónica en sus páginas Marta Anaya dijo que ya no distingue géneros cuando de espacio se trata. “al diablo los formatos, ahí hay un espacio ahí sale. Internet cambió el orden para eso”.
¿Para qué cubrir al poder?
Ernesto Núñez describió la imagen del por qué tan necesario entender a los personajes del poder y al mismo tiempo no ser arañados o seducidos por él. “Por cada periodista que está desenterrando una verdad, hay cinco que vuelven a echar la tierra para taparla. Espero que algún día seamos más los que estemos desenterrando verdades”.