Por: Gonzalo OrtuñoPublicado: 13.03.2013
El cronista moderno –dice Julio Villanueva Chang– enciende la luz, permite a la gente entender su entorno. El nuevo paradigma requiere de la crónica un esfuerzo mayor: interpretar la realidad. ¿Cómo hacerlo, cuando la información corre a 140 caracteres? ¿Qué opciones nos presentan los proyectos colectivos? Comentarios sobre el libro Tú y yo coincidimos en esta noche terrible de Nuestra Aparente Rendición.
“Twitter no es un buen medio para la crónica porque no hay la posibilidad de desdoblamiento para el escritor, su esencia es la conversación, la interacción entre ellos” dijo el periodista e historiador Froylán Enciso.
Una pregunta básica para Enciso, que debería orientar a los periodistas es ¿de dónde viene la crónica? Como un ejercicio de reflexión citó el trabajo de la periodista Susana Rotker en el libro La invención de la crónica, no sólo para entender su evolución como género sino como una herramienta necesaria para relatar los acontecimientos que transformaron al continente americano. Desempolvar nuestro origen.
“Debemos revalorar de dónde venimos, desempolvar nuestra estirpe. En los encuentros de cronistas es penoso que mencionen el `nuevo periodismo estadounidense´ cuando la crónica ya tenía aquí por lo menos 500 años” dijo el también egresado del Colegio de México. Comparó el ejercicio de rebuscar la estirpe periodística, como lo primeros cronistas de indias que descubrieron el nuevo mundo y se lo mostraron a quienes vivían en otro. “El cronista es ese ser, de esta estirpe, que trafica las palabras, entre nuevos temas”.
Para la periodista Elia Baltazar a pesar de que es un momento complicado para el periodismo en diferentes aspectos, se debe regresar a las reglas y principios básicos del periodismo porque aunque hay un horizonte de oportunidades “el problema es que no nos enseñaron a ser independientes”.
Mencionó como ejemplo la velocidad con que emergen sitios y medios en España a diferencia de México, donde asegura Baltazar “nos cuesta travestirnos del papel al internet. Es necesario un periodismo no tutelado, mayor de edad, más independiente, menos complaciente con el poder”.
Baltazar hizo invitación a las escuelas de periodismo para abandonar viejos dogmas y formar a los periodistas capaces de hacer el trabajo que desean. “No importa la edad ni las circunstancias económicas para hacer el periodismo que queremos hacer”.
Alejandro Vélez cofundador y editor del portal Nuestra Aparente Rendición habló del manejo de twitter en contextos de violencia, sus múltiples usos ya sea serioa o reprobables. “Son medios, nos son fines, hay que saber usarlos y distinguir sus usos.”
Hay una brecha abierta en internet, cualquiera puede publicar en su blog lo que no pudo hacer en el medio, pero tampoco hay un respaldo informativo para las crónicas en la red.
“No se si todos venimos de la misma estirpe. Me da temor el regodeo en nosotros mismos cuando no hemos mirado a los otros. Al país le hace falta información, sólo ves historias que se acoplan perfectamente al orden” dijo Elia Baltazar refiriéndose a un desequilibrio entre la crónica y el poco aporte informativo que tiene en México, sin embargo destacó que no deberían estar peleados.
“Debemos ofrecer la curaduría de la información y trabajar así la crónica. El lector no va a pagar por información porque esa te la da cualquiera, paga por un servicio” respondió Enciso con la distinción del trabajo que forma a un periodista.
Hubo un acuerdo no sólo en la mesa, también con los pocos asistentes en que la crónica bonita, pero hueca informativamente abre más la brecha entre la crónica y la documentación cuando esta disociación no debería darse, y que los productos periodísticos no sólo deben quedarse en la editoriales, como dijo Elia Baltazar, “deben estar en los medios, en las revistas y sitios”.