Publicado: 28.08.2014
- “A la gran corrupción nadie le tiene miedo, pero a hacer algo que no esté en la instrucción de puesto sí, porque ahí sí les sale contraloría”
Los funcionarios solo tienen autorizado darnos solo aquello que pedimos; no generan información y no responden a preguntas. Los reporteros tenemos que entender el funcionamiento de las instituciones para encontrar los mejores caminos. Cuando hacemos solicitudes de información, tenemos que pensar, por ejemplo, que hay un nombre oficial que no siempre es el nombre público. - “Necesitamos tener una estrategia”.
Saber cuándo hay que hacerse visible como reportero y cuándo no. La estrategia comienza con tu hipótesis - “Antes de solicitar información tenemos que pensar”
Podemos solicitar todo tipo de documentos (videos, fotografías, correos institucionales) Antes de iniciar una solicitud tenemos que pensar ¿qué formatos pueden haber usado sus fuentes? ¿Qué información producen, cómo se llama, quién la guarda, dónde? - «El sistema es cuadrado, las personas no”
Busca contactar personalmente a unidades de enlace. Muchas veces les ayuda que les ayudes en la chamba. Volvamos a nuestras fuentes esas bisagras que nos permitan saber si la información existe. - “Verte trabajando te da (entre los empleados de una oficina pública) cierto respeto”
Pedir información por consulta directa te permite un reporteo más interesante. Al realizar la consulta directa nos familiarizamos con los documentos y las oficinas, podemos ver a dónde van copias, qué área puede tener más información. Y la gente te pregunta muy poco de lo que estás haciendo. - “Nuestro desafío es reconstruir el caminito documental”.
Es importante ser sistemáticos en llevar un registro de nuestra búsqueda. A veces, encontramos un dato muy interesante y cuando lo queremos encontrar de nuevo ya no sabemos cómo llegamos a él. Por eso es importante apuntar cada paso que seguimos en la búsqueda. La riqueza de la historia, la complejidad y los personajes están en el caminito documental. - “Los niños no siempre dicen la verdad, los documentos tampoco”. Las herramientas de transparencia nos dan acceso a un nivel de detalle que no nos dan las entrevistas ni las filtraciones, pero también es una información falible, posiblemente errada, que hay que verificar. No porque esté en papel va a ser cierta.
*Tomados del Taller “Métodos, piruetas y artimañas para lograr el acceso a la información”. Ciudad de México. 23 de agosto de 2014.