Publicado: 12.03.2016
Fotografía: Másde131
Por: Celia Guerrero
La plataforma Méxicoleaks cumplió su primer año este 10 de marzo y Animal Político, Másde131, Periodistas de a Pie, PODER, Red en Defensa de los Derechos Digitales (R3D), Revista Proceso y Aristegui Noticias, miembros que integramos la alianza tenemos claro que aún quedan fuertes retos por enfrentar. Hacer el periodismo de investigación al que aspiramos en México, en ningún momento se ha vuelto más sencillo.
La primera prueba que recibimos de la realidad mexicana al estrenar Méxicoleaks fue que, cuando el gremio podría haber celebrado el lanzamiento como un avance hacia un periodismo más cercano a la ciudadanía, tuvimos que enfrentar el despido del equipo y el cierre del programa de Carmen Aristegui, el noticiario con mayor audiencia en México.
La única explicación lógica a este aparente suicidio comercial por parte de la empresa MVS Noticias es que en México predomina una política de censura indirecta, legalizada a través de la publicidad oficial en medios de comunicación, que domina los acuerdos entre políticos y empresarios.
Esta política de censura, aunque permaneció intacta durante el proceso de alternancia, es característica de los gobiernos priístas. Peña Nieto gastó en publicidad oficial, tan solo en el primer año de gobierno, 7 mil 611 millones pesos —2 mil millones más en comparación al presidente antecesor, Felipe Calderón Hinojosa—, de acuerdo con un análisis del gasto hecho por Fundar y Artículo 19.
Al final, a través de las cuotas de publicidad oficial, cientos de medios de comunicación participan en el juego del chayote legalizado y buena parte del periodismo en México se aleja —cada vez más e irremediablemente— de la premisa de informar a las personas sobre los asuntos que les interesan para mejorar su calidad de vida. Al contrario, esta pantomima en la que actúan, no solo desinforma sino que engaña cínicamente —y al estilo dictatorial— al público.
La oposición a esta censura (o forma de control), y la búsqueda de un periodismo más cercano a los intereses de las personas y alejado de los intereses políticos-empresariales, fue lo que llevó al cierre del programa y despido de todo un equipo de periodistas que trabajaban en MVS con Carmen Aristegui; es a lo que se enfrentan muchos periodistas en México y será uno de los desafíos de cada una de las organizaciones y medios que formamos parte de Méxicoleaks.
El segundo gran reto de la alianza ha sido aprender a trabajar en equipo. Ningún otro proyecto ha podido reunir a medios de comunicación de distintas plataformas —e incluso con posturas editoriales apartadas— a trabajar bajo la premisa de compartir la información para realizar investigaciones periodísticas en beneficio de la ciudadanía.
Un medio de comunicación promedio aún considera que una primicia lo posiciona por encima de los demás; mientras un periodista soldado promedio considera una debilidad compartir con sus competidores su valiosa información. En Méxicoleaks es todo lo contrario.
Esto no significa que creamos que la información que nos envían a través del buzón no merece ser tratada con cuidado; por el contrario, sabemos que el periodismo de investigación nace de la discreción y de la seguridad que esta aporta y hemos tenido como prioridad el cuidado de las fuentes de información.
Sin embargo, desde el comienzo los reporteros que representamos a cada uno de los miembros de la alianza apostamos por trabajar juntos —a pesar, incluso, de las posturas de los dueños de los medios— para demostrar, simplemente, que romper paradigmas traía beneficios: la rapidez y la calidad de las investigaciones.
Creímos que Méxicoleaks debía ser más que un buzón para enviar información, y un año después es —dado que se nos convocó juntos— una oportunidad para hacer periodismo de otra manera, una más solidaria y en equipo.
La premisa con la que trabajamos ha sido privilegiar la información y el interés público sobre la competencia. Y no ha sido fácil. Ponernos de acuerdo para establecer un equilibrio entre el trabajo conjunto y respetar la identidad de cada medio ha sido quizá la parte más compleja, pero al final, después de un año podemos decir que las mejores y más robustas investigaciones derivadas de información enviada a través de la plataforma han sido en las que mayor número de miembros de Méxicoleaks han participado.
Ahora, aprender a identificar la información que recibimos como la potencialmente más adecuada para una investigación periodística es otro reto que se mantiene.
Durante los primeros meses, la plataforma comenzó a recibir información como avalancha; desde denuncias de conflictos privados, hasta asuntos idóneos para ser investigados por programas televisivos de corte paranormal. Nos entusiasma recibir grandes cantidades de filtraciones y de distintos tipos, pero también debemos reconocer que como país nos falta avanzar mucho en el camino de la cultura y filtración de información de interés público.
Pero el reto mayor para quienes hacemos que Méxicoleaks funcione será siempre seguir aprendiendo, seguir trabajando para mejorar, mantener los estándares de calidad en las investigaciones y la confianza en la gente que usa la plataforma. Estamos muy conscientes de ello.
Méxicoleaks lleva un golpe y una pérdida al hombro, el despido del equipo de Carmen Aristegui de MVS y el cierre de la revista Emmequis. Pero, así como la alianza continuó después del escándalo durante su lanzamiento, seguirá creciendo y tratando de hacer el periodismo que se merecen los mexicanos.
Presentación de Méxicoleaks