Periodistas de a Pie :: Ohuira: una reserva amenazada por el influyentismo

Esta semana el periódico el Noroeste de Sinaloa, publicó una serie de cinco reportajes en los que da cuenta cómo se gestionó la construcción de una planta de amoniaco en los terrenos de uno de los humedales más importantes del país,  mismos que son un área ecológica protegida por tratados nacionales e internacionales. 

Publicado: 24.06.2016

Esta semana el periódico el Noroeste de Sinaloa, publicó una serie de cinco reportajes en los que da cuenta cómo se gestionó la construcción de una planta de amoniaco en los terrenos de uno de los humedales más importantes del país,  mismos que son un área ecológica protegida por tratados nacionales e internacionales.

La planta, que sería la mayor nave industrial de América Latina, obtuvo permisos de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Nacionales (Semarnat), fue promovida por el gobernador Mario López Valdez y los trámites fueron gestionados por el excandidato presidencial priista, Francisco Labastida Ochoa; su hijo, Francisco Labastida Gómez de la Torre, sería el operador de la planta.

El miércoles, después de que se publicara la tercera entrega del trabajo, el Servicio de Administración Tributaria (SAT) llegó sin ningún aviso a las instalaciones del diario y comenzó a embargar las camionetas y las motocicletas de distribución del periódico. Incluso, se pretendía embargar automóviles del personal de la casa editorial y equipo fotográfico.

Noroeste sí tiene una deuda con el SAT, sin embargo, de acuerdo con una nota publicada por el mismo diario, se ha estado negociando el pago de la misma durante los últimos meses.

A continuación te dejamos el enlace a las cinco entregas de su investigación:

Primera parte

La planta de amoniaco de Topolobampo, anunciada como una de las más grandes de Latinoamérica, se construirá en una superficie del noveno humedal de mayor prioridad del país y que está protegido por un convenio internacional firmado por México. Aun así y tras titubeos, la Semarnat autorizó el proyecto. El Gobernador Mario López Valdez fue el promotor; Francisco Labastida Ochoa, el gestor y, su hijo, Francisco Labastida Gómez de la Torre, el operador.

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Segunda parte

Si hay una constante en el tiempo, en los hechos y en los personajes que se relacionan con la planta de amoniaco de Topolobampo, esa es Francisco Labastida Ochoa. El ex Gobernador de Sinaloa y especialista en temas energéticos, es el gestor de este proyecto a través de su despacho Consultores en Desarrollo, Economía y Finanzas. Para el también ex presidente de la Comisión de Energía del Senado, sin embargo, no existe conflicto de interés en la promoción del proyecto industrial ni tampoco controversia ambiental aun cuando la factoría de fertilizantes se construirá dentro del noveno humedal más importante del país.

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Tercera parte

Acreditándose de oficio campesino, el ex candidato a Alcalde de Ahome, Rubén Félix Hays, compra las tierras ejidales que pertenecen a un humedal declarado Sitio Ramsar. En la compra-venta participan su esposa María Cecilia González y su cercano colaborador, Armando Rodríguez, quien fue su compañero de fórmula como candidato a Diputado local. Amigo de Labastida Ochoa, después vende la tierra a la empresa desarrolladora de la planta de fertilizantes.

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Cuarta parte

Hace 4 décadas se dotó a este pueblo con 2 mil 570 hectáreas, casi 4 veces la superficie de CU de la UNAM; una vasta tierra salitrosa que hizo imposible cualquier cultivo. Con el tiempo y por necesidad, la gente del ejido vendió parcelas o le fueron expropiadas. Hoy se finca ahí el desarrollo industrial atraído por el gasoducto, rodeando a esta comunidad marginada y en rezago social, pero donde 30 familias aún insisten en aprovechar sus predios al convertir el ‘veneno’ en el remedio: la explotación de sal.

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Quinta parte

Luego de ver que la fábrica de fertilizantes se construía sobre un Sitio Ramsar, pescadores de Topolobampo emprenden una lucha contra la obra que los ha llevado hasta los tribunales. Otros temen que la reserva natural que han cuidado los últimos 34 años sea destruida por el proyecto de amoniaco.

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Fuente: Periódico Noroeste

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