Publicado: 09.08.2017
Letra Fría comenzó a distribuirse el 4 de agosto en cinco municipios de la región Costa Sur del estado de Jalisco
Foto: Jade Ramírez
Por Jade Ramírez
En verano parece que la revolución sale de vacaciones, pues baja ligeramente la intensidad de la agenda pública sobre denuncias y pugnas ciudadanas, eso que tanto nos cautiva a los periodistas que no cubrimos la fuente política. Sin embargo, dentro del ámbito periodístico, los hechos que apuntalan la crisis de la industria y sus trabajadores se acumulan a borbotones.
En el caso de Jalisco cuatro acontecimientos marcan el inicio de semana: por un lado se celebró la primera audiencia de la demanda por daño moral que emprendió el diputado con licencia por el Partido Verde Ecologista de México, Enrique Audbry de Castro Palomino, contra Pedro Mellado, en estos momentos columnista del periódico Mural perteneciente al grupo Reforma, pero periodista de amplia trayectoria en el estado.
Resulta que el diputado que ha estado rodeado de actos violentos y golpes que propina a cuanto opositor se le ponga en frente, se duele de haber sido dañada su imagen y trayecto político, por cuestionamientos y críticas sobre su labor legislativa en el Congreso de Jalisco que Mellado publicó.
Apenas va el primer capítulo del juicio y a la primera audiencia, solo se presentó el periodista pues el diputado prácticamente ha desaparecido de la escena local.
También se anunció el cierre de dos medios: uno digital, Reporte Jalisco.com que dependía según su director, de la solvencia de otros impresos informativos como Solo Ofertas; el otro es la versión impresa de Proceso Jalisco que, tras casi 13 años de salir semanalmente adherido a la edición en turno del semanario fundado por Julio Scherer, anunció su final. Parece que por razones explícitamente de recorte presupuestal, el Consejo de Administración decidió terminar con el proyecto en este estado.
Por ahí desfilaron comprometidos periodistas, pero también en fechas recientes, particularmente el reportero Jorge Covarrubias, anunció su salida del semanario por estar inconforme con los cambios editoriales que orquestó Gloria Reza tras la salida de Felipe Cobián como director en Jalisco; precisamente Proceso mantiene la corresponsalía en Gloria Reza.
Lo paradójico, es que en Guadalajara se cierran medios impresos pero en regiones, las iniciativas de buen periodismo continúan a contracorriente en el universo digital, como pasa con Decisiones en Ocotlán, y algunas con buenos augurios brincan al papel como Letra Fría en Autlán de Navarro; el impreso dirigido por Ismael Hernández y Carmen Aggi, al que se incorporaron jóvenes egresados de la carrera de periodismo, comenzó a distribuirse el 4 de agosto en cinco municipios de la región Costa Sur del estado, por lo pronto.
También se colocó en los muros de la burla –facebook y twitter- a Guadalajara y su presidente municipal, como el ejemplo de incongruencia, pues Enrique Alfaro develó una pluma gigante que costó medio millón de pesos y, aseguró, el arte urbano rinde un homenaje a los periodistas caídos en México.
Valga recordar que desde 2009 el asesinato altamente violento del periodista radial José Emilio Galindo en Ciudad Guzmán, no ha habido otro caso similar en el estado, pero ese, quedó irresuelto y han aumentado las amenazas, agresiones y presiones a través de los recursos públicos a directivos y periodistas. A eso se suma la denostación de los políticos como el propio Alfaro Ramírez de MC, quien llamó basura a dos medios de comunicación y cuando es cuestionado por los reporteros de la fuente, responde “no es tema” y se niega a la rendición de cuentas a través de los medios.
Si bien estas pinceladas de lo que pasa en Jalisco tienen rasgos muy característicos, si nos detenemos en lo que pasa en otras ciudades, el panorama será igual: matices sobre cómo se está ejerciendo atropelladamente el derecho a la libertad de expresión y alertas de los contextos que siguen siendo adversos como violentos.
En ese marco reaparece la #AgendaDePeriodistas el jueves 10 de agosto en seguimiento a lo acordado casi 300 personas entre reporteros, políticos, pocos directivos y algunas orejas, que se sentaron en mesas temáticas hace poco más de un mes; habrá un foro con ponentes internacionales sobre los modelos organizativos que convienen en el caso mexicano –ejercicio que la Red de Periodistas de a Pie realizó en su séptimo aniversario en el año 2014-, para apuntalar un formato donde quepan 300 personas involucradas en el periodismo, algunas con urgencias de protección, otros con ansias de crear un sindicato y algunos encaminados a romper el círculo vicioso de la codependencia a los recursos desde el gobierno.
Lo que sí quedó ponderado por varias voces en aquella jornada reflexiva, es que además de una articulación nacional, lo que urge, es entrar a la regulación de la publicidad oficial, pues el acceso a los recursos públicos sigue siendo sesgado, limitado en muchos casos como método para moldear el discurso de los políticos en los medios; sin eso, no habrá organización gremial que logre dar pasos, no habrá agenda que pueda atenderse pues, por semana, son decenas los periodistas que están siendo liquidados.
Precisamente en próximos días en Periodistas de a Pie se narrarán los casos de reporteras que han iniciado una denuncia ante la Secretaría del Trabajo por despido injustificado y más de 12 salarios caídos.
Entonces, sin aceptar que las batallas a librar para hacer buen periodismo en México están cruzadas por la vulnerabilidad económica, no habrá foro ni facilitadores de amplia experiencia, que den luces a quienes aluzan a la sociedad con un empleo que ya no da para vivir, ni para reinventarse.