Publicado: 11.02.2019
Infografía: Lucia Vergara
En Periodistas de a Pie cumplimos un año exponiendo mes con mes, las estadísticas de agresión y riesgos que la prensa mexicana continúan padeciendo.
Haciendo un resumen valoramos que la agresiones aumentan, sin que el gobierno federal responda a las emergencias, contextos y patrones repetidos: en regiones son las autoridades municipales y estatales las que, paralelamente a la delincuencia organizada agreden a periodistas. El aumento de las agresiones tocó en 2018, su máximo tope en la jornada electoral.
En el marco de la transición del gobierno de EPN y AMLO, las agresiones continuaron en los estados y a quienes cubren al presidente tuvieron que afrontar una forma de desviar la atención sobre cuestionamientos directos a su gobierno incipiente, que respondían a una vulneración de la seguridad física y moral de las reporteras.
Terminado el periodo de transición, a un mes, en enero 2019, los números indican que la demostración y desacreditación a la prensa crítica que cuestiona cualquier tema del presidente Andrés Manuel López Obrado, suben. Por un lado por las autoridades pero sobre todo, por los seguidores y comentaristas en redes sociales que se incomodan por las preguntas al presidente en las ruedas de prensa públicas, y las críticas periodísticas a la administración federal.
El Mecanismo de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas, acumula muertes violentas de periodistas incorporados a un plan de seguridad federal, sin que haya explicación, ni investigación que revele lo que sucedió.
A 7 años de haberse creado el mecanismo, este se ha vuelto omiso, dilatorio e insuficiente para garantizar el ejercicio pleno y la libertad de expresión e investigación periodística.