¿Es posible una comisión de la verdad para México?

Dedicado al primer aniversario de Nuestra Aparente Rendición, por ser un espacio de documentación para la memoria, una Comisión de la Verdad en tiempo real.

Por: Marcela Turati

Dedicado al primer aniversario de Nuestra Aparente Rendición, por ser un espacio de documentación para la memoria, una Comisión de la Verdad en tiempo real.

Para crear en México una Comisión de la Verdad que esclarezca las responsabilidades de la violencia actual debe articularse primero una estrategia de documentación del horror en el que las personas que brinden testimonios y las víctimas no queden expuestos a más riesgos y en el que se tenga acceso a documentos oficiales.

Es la opinión del experto vasco en reparaciones, Carlos Martín Beristain, coordinador del informe “Guatemala Nunca Más” –al lado del obispo asesinado Juan José Gerardi– y asesor de las comisiones de la verdad de Perú, Paraguay y Ecuador, qien señaló que la investigación de hechos debe asentar los impactos de la violencia, los mecanismos que hicieron posible el horror y las responsabilidades del Estado en los hechos.


“Falta una investigación en serio de cuáles son los mecanismos que están haciendo posible la violencia en los niveles en que se da en México, más allá de casos fragmentados debe investigarse cuáles son las estructuras clandestinas de inteligencia del Estado o del crimen organizado y las relaciones entre ellas que pueden derivar en responsabilidades”, dijo.

Este perito ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos y asesor de la Corte Penal Internacional señaló que si no se genera desde ahora una dinámica de documentación en un par de años cuando se requiera revisar el pasado “se habrá perdido la mayor parte de la información”.

“Es el momento de prepararla y pensarla según los estándares internacionales. No hay que esperar a que pase la violencia para hacerlo. Pero para que funcione se necesitan también condiciones políticas como un acuerdo parlamentario o gubernativo que le de cobertura y poderes para consultar archivos, llamas a declarar a miembros de instituciones del Estado o particulares, etcétera”.

Junto con la documentación de las estructuras del terror debe quedar claro el impacto social causado por la violencia, las consecuencias que ha desencadenado, cómo ha azotado cada región, con qué tipología, así como los mecanismos que hicieron posible este episodio histórico.

El médico y doctor en psicología social señaló que el primer mandamiento de este tipo de procesos es proteger a las víctimas para que no las vuelvan a victimizar pues en varios procesos como el colombiano algunos sobrevivientes de masacres que se atrevieron a rendir su testimonio fueron asesinados.

“Es cierto que es necesario que la gente salga a denunciar ciertas cosas públicamente pero no cuando todavía no hay condiciones de seguridad para ellos, no puedes olvidarte que estás en un periodo de violencia donde las estructuras criminales siguen activas. No se puede pensar en una acción sin la protección de la acción”.

Entre los seis puntos que presentó al gobierno el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, encabezado por el poeta Javier Sicilia, se plantea la creación de una comisión que esclarezca los hechos y un sistema integral de atención a víctimas regulado por una ley.

En el encuentro en el Museo Nacional de Antropología e Historia del jueves antepasado, ante el secretario de Gobernación, Francisco Blake, Sicilia insistió en esa petición: «(la necesidad) de una Comisión de la Verdad, la Justicia y la Reconciliación o una Fiscalía Social de la Paz, cuya función sea establecer y vigilar el cumplimiento del quehacer público y la visibilización de todas las víctimas -sean inocentes o culpables-, de las investigaciones y sentencias e indemnizaciones a las familias de los inocentes».

El poeta Sicilia expresó la necesidad de crear un sistema de atención a víctimas que quede establecido en una ley, así como mecanismos para el esclarecimiento de los hechos que deriven en indemnizaciones y reparación de los daños causados a las víctimas inocentes, la identificación y el castigo a los agresores, el fortalecimiento del tejido social y la creación de mecanismos ciudadanos para vigilar el cumplimiento de las medidas.

Esto a semejanza de lo ocurrido en países como Guatemala, Chile, Argentina o Perú, donde se han creado comisiones investigadoras de las violaciones a los derechos humanos cometidas en periodos definidos, o leyes de reparación para víctimas como en Colombia o Perú.

Martín Beristain dijo que las Comisiones de la Verdad han servido para establecer los hechos del pasado, son plataformas públicas para las víctimas, catalizan un debate público sobre el pasado, colaboran para que los perpetradores de la violencia asuman su responsabilidad, delinean las reparaciones a los afectados y han establecido verdades incuestionables.

Señaló que es importante documentar lo que ocurre en México en este momento y no esperar, ya que si la Vicaría de la Solidaridad de Chile no hubiera documentado en su tiempo las atrocidades del pasado o si la Oficina de Derechos Humanos del Arzobispado de Guatemala no hubiera comenzado a entrevistar a los sobrevivientes de las atrocidades se hubiera perdido gran parte de la información valiosa, después, para ponerle rostro y nombre al horror.

Comparte este contenido