Por: RedacciónPublicado: 05.05.2012
México D.F., 4 de mayo de 2012 (Cencos / Periodistas de a Pie).- El pasado viernes 6 de abril, el periodista Gustavo Flores Trenado quien trabajó por más de 12 años para grupo Reforma y que en los últimos años fungiera como coeditor del periódico Metro de la misma casa editorial, sufrió un traumatismo craneoencefálico severo en circunstancias poco claras mientras se trasladaba de la ciudad de México al Estado de Guanajuato para asistir a un paseo familiar.
El periodista fue trasladado por agentes de Caminos y Puentes Federales (Capufe) al Hospital General de San Juan Del Río al que ingresó como desconocido aún contando con identificaciones mismas que conocía personal que se identificó como Policía Federal quienes llamaron a la familia para dar aviso sobre el supuesto accidente, después fue trasladado al Hospital General de Querétaro donde falleció cuatro días después.
Cabe mencionar que en el hospital se inició la Averiguación Previa SJR2/411/2012 por el delito de lesiones dolosas. Fue hasta después de su muerte que el hospital generó el expediente clínico de su ingreso. El vehículo propiedad de Gustavo Flores Trenado fue llevado a las instalaciones de la Policía Federal sin que le colocaran sellos de resguardo. Además de ni dio aviso a alguna autoridad. Días después la Procuraduría General de Justicia de Querétaro recoge el automóvil que estaba en perfectas condiciones.
Sobre el caso existen varias inconsistencias además de severas fallas en la integración de la Averiguación Previa y violaciones a los procesos policíacos. Los familiares del periodista aseguran haber recibido una llamada realizada desde el celular de Flores Trenado en la que una persona que se identificó como Policía Federal les dio aviso sobre el supuesto accidente, notificando que el periodista se “encontraba bien” y les pidieron acreditar la propiedad del automóvil que conducía el periodista. Asimismo, personal del grupo Reforma recibió la llamada de un número propiedad de la empresa quien dijo que era Policía Federal y cuestionó “¿a qué se dedicaba Gustavo?” Después le indicó sobre el accidente.
Existe también el testimonio de un testigo que se identifica con datos muy vagos y que el periodista se desvaneció mientras se encontraba estacionado en la carretera. Posteriormente Reforma publicó el 12 de abril pasado un testimonio recogido en el hospital donde fue atendido inicialmente el periodista que relaciona la causa de la muerte del periodista con una revisión policíaca en la carretera en la que supuestamente el periodista “se puso nervioso y se desvaneció provocándose el golpe en la cabeza”.
Cencos y Periodistas de a Pie hacen un urgente llamado a las autoridades que atrajeron el caso a que cumplan con los procedimientos establecidos y a que establezcan las causas de la muerte del periodista, asumimos que den celeridad a la investigaciones solicitadas por sus familiares. Si bien, al parecer el caso no se vincula al ejercicio periodístico en necesario y compete a la autoridad establecer esta relación o desecharla investigando el caso de manera conducente.
Asimismo hacemos un llamado urgente a la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) a que agilice los trámites de queja para que se pueda dar el correcto seguimiento del caso y determinar si existió alguna violación de derechos humanos en el mismo.