Editorial :: Dinero y violencia: lo que espera a los periodistas en 2018

A la mitad del salón habilitado como sala de prensa del Partido Revolucionario Institucional (PRI), un reportero levanta la billetera repleta de billetes y grita, feliz:

Dinero y violencia: lo que espera a los periodistas en 2018

Publicado: 16.11.2017

 Foto: Fernando Santillán

Por Alberto Nájar

@anajarnajar

A la mitad del salón habilitado como sala de prensa del Partido Revolucionario Institucional (PRI), un reportero levanta la billetera repleta de billetes y grita, feliz:

“¡Mira, no me cierra la cartera!” mientras sus compañeros festejan la ocurrencia.

La escena ocurrió a mediados de los años 90 en una elección estatal. El dinero que presumía el enviado de un diario del entonces Distrito Federal eran los sobornos que entregaron los candidatos a algunos periodistas, conocidos en el medio como “chayotes”.

Fue una competencia reñida y eso aumentó el riego de miles de pesos entre los comunicadores.  Y también por eso la felicidad del reportero.

Han pasado varios lustros desde la anécdota, pero es poco lo que ha cambiado en el fondo. Tal vez exista algún cínico que se exhiba de esa manera, pero a quienes verdaderamente no les cierran las carteras de tanto billete es a algunos periódicos, cadenas radiales y televisoras, privilegiados de la publicidad oficial especialmente en tiempos electorales.

Son medios que, coloquialmente, se relamen los bigotes a la espera del pastel de publicidad a gastarse en 2018. Ya ocurrió en el anterior proceso presidencial y nada hace pensar que será distinto el año próximo, sobre todo por la forma como se ha comportado el actual gobierno, que ya ha gastado más de 37,000 millones de pesos en publicidad sólo del gobierno federal.

El derroche es uno de los escenarios previsibles, pero también problemas para  tener acceso a información real y comprobada. Porque con el dinero llega el control y estos últimos años no son pocos los medios que se concentran en las versiones oficiales.

Pero si el dinero no basta, existe otro mecanismo que en algunos lugares ha resultado efectivo: la violencia. En los últimos años se ha comprobado que en períodos electorales y particularmente en procesos complicados aumentan los ataques a los periodistas.

Así ocurrió en Veracruz y Tamaulipas, dos de los estados con mayor problema de inseguridad en el país. Y es previsible entonces que, ante la competencia que se espera en 2018, este patrón se repita o incluso generalizarse.

Dinero y violencia. Lo que espera para las próximas elecciones presidenciales. No es la mejor de las combinaciones.

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