Publicado: 31.03.2019
Ilustración: Lucía Vergara
Por: Samantha Páez / Jade Ramírez
La lista de violencias y abusos contra mujeres en el gremio periodístico ha despertado inquietudes, solidaridades y asombros. Desde que salió el #MeTooPeriodistasMexicanos el 23 de marzo y los tres días subsecuentes, el colectivo Periodistas Unidas Mexicanas (PUM) recibió 120 denuncias en contra de periodistas, fotógrafos, editores, docentes y jefes de redacción.
El hashtag salió a la luz después de que se denunciara a escritores y académicos a través de #MeTooEscritoresMexicanos.
En las denuncias publicadas en la cuenta del colectivo (@PeriodistasPUM) se inculpa a 119 hombres y una mujer por situaciones de acoso y hostigamiento sexual, así como de abuso laboral y sexual.
Los medios que se repiten en una y otra de las historias: Excélsior, El Informador, Televisa, Grupo Imagen, La Jornada, El Universal, Efekto TV, BuzzFed, Milenio, Proceso y El Deforma. También hubo once hombres señalados por más de una mujer.
También se denunció a la organización Artículo 19 y a dos instituciones educativas: la escuela de Periodismo Carlos Septién y la escuela de Periodismo Auténtico. Sin embargo el 30 de marzo #MeTooActivistasMexicanos después de “verificar” con procedimientos aún no publicados, expresó una disculpa pública al abogado defensor de derechos humanos porque tenían pruebas de que la acusación era “falsa e inconsistente” con su código.
Testimonios como “Mientras trabajamos juntos me hizo la vida infeliz y se dedicó a humillarme y maltratarme”, “Me acerqué a hablar con él y metió sus manos debajo de mi vestido y luego abajo de mis calzones. Me quedé paralizada por un segundo y después me fui del lugar” son una pequeña muestra de lo que las periodistas y trabajadoras de medios han estado denunciando.
De acuerdo con una encuesta del colectivo Periodistas Unidas Mexicanas (PUM), por lo menos 271 mujeres entrevistadas del 6 al 22 de febrero de 2019 fueron blanco de algún tipo de acoso, hostigamiento o agresión sexual en su entorno laboral.
Casi la totalidad de agresiones (99%) fueron cometidas por hombres, principalmente compañeros o empleados de la misma empresa (63%), después por algún superior jerárquico (49%), luego alguna fuente de información (26%) y también por personal de comunicación social o agencias informativas (14%).
Los impactos más visibles de la violencia ejercida contra mujeres del gremio provocó: enojo, frustración e impotencia; también se sintieron inseguras, con miedo o desanimadas, culpables, avergonzadas,nerviosas.
¿Cómo reaccionaron los medios involucrados?
Chilango y Máspormás separaron de sus puestos a dos de tres colaboradores denunciados y CIMAC AC dijo que hará una revisión para evitar casos de violencia, a propósito de que un exeditor de la organización, también, resultó señalado.
De igual forma El diario Reforma, separo de su cargo a Leonardo Valero, director de Operaciones, luego de que se dieran a conocer varias denuncias en su contra por acoso y hostigamiento sexual.
En tanto que la Fiscalía General del Estado de Michoacán abrió una carpeta de investigación por “posibles hechos constitutivos de delitos en agravio de mujeres”, tras la publicación de testimonios a través de redes sociales. Dicha autoridad hizo una invitación a que las afectadas formalicen su denuncia y reciban protección de la autoridad.
Frontline Freelance México, a cinco días de haberse presentado públicamente, suspendió a integrantes adheridos que fueron denunciados en #MeTooPeriodistas; en un comunicado de prensa lo precisaron: “La decisión de suspender a integrantes presuntamente implicados en actos de violencia contra las mujeres la tomó el Comité Directivo y el Comité de Género, mismo que se integró el pasado domingo 24 de marzo a solicitud de las integrantes de FFM”.