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Posicionamiento de la Red Libre Periodismo de Chihuahua

La Red Libre Periodismo de Chihuahua exige que se castigue a las personas involucradas en el artero asesinato de nuestra amiga y compañera periodista Miroslava Breach Velducea, corresponsal de La Jornada y colaboradora de El Norte de Juárez.

Creemos que hubo signos claros del riesgo en el que se encontraba nuestra amiga y en lo general, la vulnerabilidad en la que nos encontramos el gremio periodístico.

Miroslava denunció amenazas en diversos foros, así como en la reunión con el Mecanismo Federal para Defensores de Derechos Humanos y Periodistas, celebrada en el mes de octubre del 2016, donde señaló que a raíz de su trabajo periodístico iniciaron las intimidaciones hacia su persona y familia, desde el mes de mayo de 2016.

El periodismo es crítico, nos debemos a la sociedad, no a los políticos ni a los amigos, la sociedad es la que marca la pauta para nuestra labor y seguiremos ejerciendo nuestra profesión con pasión y entrega, porque la información es un derecho.

Exigimos que no haya más impunidad y se esclarezcan los otros 21 asesinatos de periodistas que se han registrado en el estado.

Y exigimos a las autoridades, de los tres poderes, que no se partidice este caso, por respeto al trabajo ético y responsable que siempre desempeño Miroslava.

La Red Libre Periodismo de Chihuahua nos solidarizamos con la familia y elevamos nuestras plegarias por el eterno descanso de nuestra amiga y compañera Miroslava Breach Velducea (1956-2017).

#JusticiaParaMiroslova

#NoMasImpunidad

#NiUnPeriodistaMas

Se mantienen impunes:

1.- José Ramírez Puente, Noticiero Juárez Hoy, asesinado en Ciudad Juárez Chihuahua. 28/abril/2000

2.- José Luis Ortega Mata, director del Semanario de Ojinaga, Chihuahua. Asesinado el 19/02/2001

3.- José Barbosa Bejarano, Revista Alarma Chihuahua. 9/03/2001

4.- Enrique Perea Quintanilla, Director revista Dos Caras, una Verdad Chihuahua, Chih. 09/08/2006

5.- Gerardo Guevara Domínguez, del Semanario Siglo XXI, 11/03/2007.

6.-. Saúl Noé Martínez. Trabajaba en Interdiario de Agua Prieta, Sonora, fue asesinado en la frontera de Chihuahua con Agua Prieta el 23/04/2007

7.- Candelario Pérez Rodríguez, Revista Sucesos Ciudad Juárez, 23/06/2008

8.- José Armando Rodríguez Carreón, Reportero de El Diario de Juárez. 13/11/2008. “No se mata la verdad matando periodistas”

9.- David García Monroy, El Diario de Chihuahua, 09/10/2008

10.- Ernesto Montañez Valdivia, Enfoque del Sol de Chihuahua Ciudad Juárez. 14/07/2009

11.- Norberto Miranda, Radio Visión digital Columna El Gallito Nuevo Casas Grandes. 23/09/2009

12.- Jaime Omar Gándara, fotógrafo, asesinado en la ciudad de Chihuahua, el 20/09/2009.

13.- Isabel Cordero Martínez, ex conductora de Televisa-Chihuahua. 15/04/2010

14.- Guillermo Alcaraz Trejo, camarógrafo de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH). Colaboraba con el periódico digital Omnia Chihuahua. 10/07/2010

15.- Luis Carlos Santiago, Fotógrafo del Diario de Ciudad Juárez, asesinado en Juárez. 16/09/2010

16.- Francisco Javier Moya Muñoz, locutor de radio, asesinado en Chihuahua. 21/04/2012

17.- Héctor Javier Salinas García, director de medios de comunicación, asesinado en Chihuahua. 21/04/2012

18.- Ernesto Araujo Cano, reportero gráfico independiente, trabajaba para El Heraldo de Chihuahua, Chihuahua 19/08/2012

19.- Jaime Guadalupe González Domínguez, director y reportero de ojinaganoticias asesinado en Ojinaga, Chih. 03/03/2013

  1. Hugo César Muruato Flores, locutor de Multimedios Radio de la estación La Caliente. Fue asesinado el 02/12/2011.
  2. Jesús Adrián Rodríguez Samaniego, reportero de Antena 760. Fue asesinado el 10 de diciembre de 2016.
  3. Miroslava Breach Velducea, corresponsal de La Jornada y colaboradora de Norte de Juárea. Asesinada 23 de marzo de 2017″

Periodistas de a Pie :: #YaBastaDeBalas

A la sociedad
Al presidente Enrique Peña Nieto
Gobernador Javier Corral
Gobernador Miguel Ángel Yunes
Gobernador Héctor Astudillo

¡Tres periodistas asesinados en marzo y todavía no termina!

En diciembre, el de Jesús Adrián Rodríguez, en la capital de Chihuahua, hizo que se llegara al número de cien homicidios desde el año 2000, en este trágico recuento, según Artículo XIX.

Al llegar el tercer mes del año el ritmo de las agresiones a la prensa se aceleró. Uno por semana, es la tasa actual. Van 103:

  • El día 3, Cecilio Pineda, cerca de Ciudad Altamirano, Guerrero.
  • El día 19, Ricardo Monlui Cabrera, en Yanga, Veracruz.
  • El día 23 , Miroslava Breach Velducea, de nuevo en Chihuahua, Chihuahua.

El gobierno mexicano y los de los estados no han actuado para impedir que los comunicadores sigamos siendo asesinados. La vida de ningún mexicano vale más que las de otros. Pero a esta sociedad la están dejando sin ojos ni oídos, inerme ante la violencia.

La Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos contra la Libertad de Expresión (FEADLE) sólo actúa para la simulación y el Mecanismo de Protección a Periodistas y Defensores es incapaz de prevenir estos crímenes.

Además, las investigaciones de muchos otros casos han llegado a un punto muerto porque las autoridades encargadas no están actuando para resolver sino para quitarse la responsabilidad de encima o, todavía peor, encubrir a los culpables.

La impunidad sigue siendo una luz verde para quienes han decidido aniquilar a los testigos del acontecer diario, a los informadores.

Las organizaciones e individuos firmantes expresamos una protesta indignada y herida, porque nos tocan a todas y a todos, porque nos sabemos expuestos todas y todos.

Exigimos de las autoridades un cambio completo de actitud, que pasen de la negligencia o la complicidad a un compromiso verdadero.

Y por lo pronto, demandamos que se completen las investigaciones pendientes y se inicien las de nuestros compañeros asesinados recientemente, que sean honestas, transparentes y profesionales, y consideren su labor periodística como una línea de investigación primordial, hasta procesar a los responsables materiales e intelectuales.

En cada uno de los casos deben quedar claramente esclarecidos los móviles. Sólo así podremos empezar a entender porqué, en México, nuestro oficio es letal.

Y podremos empezar a poner a salvo a nuestros colegas y desmontar la maquinaria de muerte.

Estaremos pendientes de los avances y resultados.

Convocamos a una jornada de protestas contra la nula respuesta de las autoridades a la treintena de asesinatos cometidos durante su mandato.

Este sábado 25 de marzo. Lista de eventos en cada ciudad en la página PrensaNoDisparen

FIRMAMOS:

ORGANIZACIONES
Article 19
Casa de los Derechos de los Periodistas, A.C.
Colectivo Voz Alterna
Cuadernos Doble Raya. Colectivo de cronistas Iberoamericanos
Derecho a Informar
FotoreporterosMx
Másde131.com Colectivo de Comunicación
Ojos de Perro vs la Impunidad, A.C.
PEN México
Plataforma Nacional de Vinculación de Periodistas
Red de Periodistas de a Pie
Red de Periodistas Colimenses “19 de Mayo”
Red de Periodistas de Juárez
Red de Periodistas del Noreste
Red Puebla de Periodistas

COMUNICADORES:
Angélica Abelleyra

Olivier Acuña
Roxana Iraís Aguirre
Sergio Aldazaba
Oswald Alonso
Alejandro Almazán
Alejandro Alemán Ceja
Scarlett Arias
Hugo Arce Barrueta
Arantxa Arcos
Alejandra Aréchiga
Jessica Arellano
Mely Arellano
Ruth Arellano
Jaime Armendáriz
Ernesto Aroche Aguilar
Jair Ávalos López
Aranzazú Ayala Martínez
Brenda Ayala Terrazas
Verónica Arredondo Leal
Elia Baltazar
Laura Baptista
David Barba
Oscar Balderas
Viétnika Batres
Laura Barranco
Geovanni Barrios
Laura Barrios
Arlene Bayliss
Raúl Berdejo Bravo
Jaime Luis Brito
Víctor Rogelio Caballero Sierra
Maciel Calvo
Josué Cantoran Viramontes
Mardonio Carballo
Lourdes Cárdenas
Laura Carlsen
Fely Carnalla
César Carrillo
Iván Carrillo Pérez
Miguel Carrillo
Lydiette Carrión
Juan David Castilla
Yoloxóchitl Casas
Mario Casasús
Karla Casillas
Tanya Casillas
Iván Castaneira
Luis Alberto Castillo
Jesús Castillo García
Hercilia Castro Balderas
Juan Castro Gessner
Oscar Castro Jiménez
Juan Cedillo
Fabiola Cervera García
Jacaranda Correa
Enrique Corte Barrera
Marco Antonio Cruz
Pedro Cruz López
Leticia Cruz
Marco Antonio Cuevas Campuzano
Axel Chávez
Yesenia Daniel
Keith Dannemiller
Gloria Virginia Davenport
Mónica de Ávila
Diego de la Mora
Manuel de Santiago Freda
Alejandra del Castillo
Adriana del Moral Espinosa
Sonia del Valle
Abraham Díaz
Miguel Angel Díaz
Eloisa Diez
Míriam Domínguez
Gerardo Dorantes
Jesús Dorantes González
Martha Duhne
Marta Durán de Huerta
Edgar Escamilla
Mariana Escobedo
Aurelio Fernández
Melva Frutos
Aníbal Fily
Guadalupe Flores
Juan Carlos Flores
Linaloe R. Flores
Rocío Flores
Itzel Galván
Esther Gamboa
Gerardo Jerry García
María Eugenia García
Marilú García Arenas
Juan Carlos García Rodríguez
Omar Gasga
Dulce Gaviña Maldonado
José Gil Olmos
María-Alba Gilabert
Julio I. Godínez Hernández
Aurelia Gómez Unamuno
Eirinet Gómez
Sergio Enrique Gómez César
Michaela González
Mónica González
Georgina González
Ariadna González Ortiz
Arquímedes González Zavaleta
Coizta Grecko
Témoris Grecko
Ioan Grillo
Adriana Guadarrama
Iliana Guerrero
Alejandro Guillén
Alejandro Gutiérrez
Sáshenka Gutiérrez Valerio
Josué Guzmán
Mayte Guzmán Mariscal
Monero José Hernández
Pablo Hernández B.
Israel Hernández
Leopoldo Hernández
Rodolfo Hernández González
Sergio Hernández Márquez
Alejandro Hernández Pacheco
María Elena Hernández Ramírez
Anel Hernández Sotelo
Sandra Hernández
Sergio Hernández
Neldi Herrera San Martín
Julio César Herrera
Ilse Huesca
Meritzi Iglesias
Jéssica Ignot Ortigoza
Daniela Jácome H.
María Teresa Juárez
Andalucía Knoll
Ernesto Ledesma Arronte
Tamara León
Raúl Linares
Rosy Linares
Kim López-Mills
Daniel López Aguilar
José Antonio López Sosa
Itzel Loranca
Favia Lucero
Prometeo Lucero
Elizabeth Machuca
Andrea Madrigal
Karina Maciel
Issa Maldonado
Omar Maldonado
Isaín Mandujano
Anabel Manzano
Diana Manzo
Claudia Marino
Félix Márquez
Fredy Martín Pérez
Abigaíl Martínez
Alba Martínez
Andrés H. Martínez
Germán Martínez Aceves
Hugo Martínez Téllez
Oscar Martínez
Mariana Martínez Estens
Marlene Martínez
Juan Eduardo Mateos
Fabrizio Mejía
Alejandro Meléndez
Damián Mendoza
Viridiana Mendoza Escamilla
Clara Meza
Alejandro Milton
Marta Molina
Alejandro Montaño Barbosa
Juventino Montelongo
Rubicela Morelos
Concepción Moreno
Flavia Morales
Roberto Morales Ayala
Teresa Morales Velázquez
Javier Moro Hernández
Antonio Mundaca
Erick Muñiz
Adriana Ángeles Muñoz
Gloria Muñoz Ramírez
Alberto Nájar
Alejandro Navarrete
Juan Ramón Negrete Jiménez
Omar Nieto
Elizabeth Nochebuena Lara
Samantha Nolasco
Silvia Núñez
Omar Ocampo
Daniel Ojeda Jurado
Emir Olivares
Daliri Oropeza
Alejandro Ortiz González
Francisco Ortiz Pardo
Olivia Ortiz
Julián Osorno
Samantha Páez Guzmán
Benjamín Pacheco
Elizabeth Palacios
Sandra Patargo
Alejandra Parra Toledo
Pedro Pardo
Daniela Pastrana
Rosa Paz
Paola Perea Mejía
Ana Laura Pérez
Armando Patrón
Estrella Pedroza
René Pérez
Blanche Petrich
Vania Pigeonutt
Rafael Pineda “Rapé”
Celina Pinto
Cris Pinto
Gloria Betsabé Piña Espinoza
Alice Pipitone
Joel Ponce
Dulce Pontaza
Tlaulli Rocío Preciado Bahena
Israel Mariano Ramírez
Mónica V. Ramírez
Gabriela Rasgado Martínez
Gabriela Retes
Caro Reyes Martínez
Luis Gabriel Ramírez Cuevas
Víctor Raúl Ramírez Hernández
Karlo Reyes
Reyna Haydee Ramírez
Fernando Rivera Calderón
Guillermo Rivera Escamilla
Saúl Rivera Gil
Francisco Robles
Paloma Robles
Cristopher Rogel Blanquet
Karla Seidy Rojas
Raziel Roldán
Juan José Rodríguez
Andrea Rodríguez Plata
Yuli Rodríguez
Víctor Ruiz Arrazola
Nubia Salas
Mara Salazar Sánchez
Nantzin Saldaña
Nidia Sánchez
Sayuri Sánchez
Violeta Fabiola Sánchez Luna
Jorge Sánchez Ordóñez
Ivet Sánchez Ortiz
Deigo Sedano
Susana Seijas
Liliana M. Servín
Nivardo Silva
Kau Sirenio Pioquinto
Majo Sisca Banyuls
Rodrigo Soberanes Santín
Michelle Solano
César Solís
Malena Sorhouet
Cristina Soto
Kandú Tapia
Primavera Téllez Girón
Magali Tercero
Román Tienda Martínez
Patrick Timmons
Xóchitl Toledano
Jerónima Toledo
Carlos Tomasini
Wilbert Torre
José Torrentera Olivera
Christian Torres
Raúl Torres
Víctor Torres
Yuridia Torres
Eileen Truax
Marcela Turati
Lucía Valencia Blanco
Javier Valdez Cárdenas
Angel Valdivieso Cervantes
Juan Carlos Velázquez
Silvia Verónica Vázquez Salas
Luis Armando Vega Sánchez
Armando Vega-Gil
Mariana Viayra Ramírez
Itxel Villa
Jenaro Villamil
Lorena Villalobos
Jorge Villalpando Castro
María Fernanda Wray
Laura Yaniz
Pedro Zamora Briseño
Jésica Zermeño
Noé Zavaleta
Leticia Ánimas
Heriberto Hernández
Felipe Mecinas

Editorial: Señores del Mecanismo de Protección: ¡Ya despierten!

 Foto: Red de Periodistas de Juárez

Daniela Pastrana
@danielapastrana

Pasamos enero con saldo blanco. Luego pasó febrero. Tranquilos, sin los sobresaltos de los años anteriores, en los que apenas arrancaba el año y ya sumábamos compañeros caídos: Gregorio Jiménez de la Cruz, Moisés Sánchez, Marcos Hernández Bautista, Anabel Flores… de hecho, lo más duro del arranque de este 2017 había sido comprobar lo fácil que se nos borra la memoria. Que los aniversarios de sus asesinatos apenas merecieron algunas menciones en el Facebook.

Pero llegó marzo y despertó al monstruo. El primero en caer fue Cecilio Pineda, un reportero de Tierra Caliente, en Guerrero, al que el Mecanismo Federal de Protección a Defensores y Periodistas le quitó hace seis meses las medidas de protección que tenía porque su riesgo había bajado y porque no se quiso desplazar a un refugio de la Ciudad de México.

Dieciocho días después fue Ricardo Monlui, en Córdoba, Veracruz. Otra vez Veracruz, el lugar del planeta en el que más periodistas han muerto en la última década. Y ahora que ya no está Javier Duarte para echarle la culpa, el primero de la cuenta del “nuevo” gobierno de Veracruz.

Y ahora, Miroslava Breach, una institución del periodismo de Chihuahua, donde cubrió desde las batallas por la democracia de 1986 hasta los abusos del Ejército en la sierra Tarahumara. Muchos la leímos durante años como corresponsal de La Jornada.

Su muerte cala, por la seriedad y profesionalismo con el que trabajaba. Por la impunidad con la que se realizó (recibió 8 balazos, iba a dejar a su hijo a la escuela). Porque es un estado que se pintó de esperanza con el nuevo gobierno, encabezado por Javier Corral. Porque su perfil, similar al de la veracruzana Regina Martínez (asesinada en su casa hace 5 años, también en marzo), nos hace sentir vulnerables a todos los periodistas de este país.

Entonces, cuando un asesinato de esta envergadura nos conmociona, volvemos a la cuenta incómoda, esa que nunca queremos recordar: que 2016 fue el año en el que más periodistas fueron asesinados en la historia de México y que superó por uno a los aciagos años de 2008 y 2010, cuando la maldita realidad nos sacó a la calle para exigir justicia para los (entonces) 60 periodistas asesinados.

Fue justo la marcha de #LosQueremosVivos en 2010, la movilización de las organizaciones de la sociedad civil que impulsaron una ley de protección a periodistas y defensores de derechos humanos, y la presión que hizo el Comité para la Protección de Periodistas sobre Felipe Calderón (el expresidente se negó a reunirse con los relatores para la libertad de expresión de la ONU y la OEA ese año, pero si recibió a la directiva de la organización estadunidense) lo que originó la creación del Mecanismo de Protección, que finalmente entró en funciones junto con Enrique Peña Nieto, en diciembre de 2012.

Entrar en una discusión sobre lo que ha hecho o no el mecanismo en estos años me parece inútil frente a la contundencia de los resultados: no sólo no se han detenido, ni las agresiones, ni los asesinatos de periodistas, sino que, por el contrario, van en aumento.

Todo lo demás que se diga es irrelevante ante la crudeza de las cifras que nos hemos repetido hasta el cansancio: 103 periodistas asesinados en los últimos tres sexenios, desde que entramos al carrusel del nuevo siglo y la alternancia; 103 periodistas asesinados, insisto, distribuidos en 20 de los 32 estados del país, con Veracruz en el imparable primer lugar, seguido de Tamaulipas, Chihuahua, Michoacán y Guerrero.

A ellos se suman 23 periodistas desaparecidos, que están en el limbo, abducidos, y que hacen de la extravagante democracia mexicana un lugar, quizá el único en el mundo, que cuente periodistas desaparecidos sin ser un régimen dictatorial.

Eso, además, con una tendencia que no deja de subir desde 2013, justo el año en el que comenzó a funcionar el mecanismo.

Ese año, gracias a la presión de muchos periodistas y de las organizaciones de la sociedad civil, había logrado reducirse a 4 el número de periodistas asesinados. En 2014, fueron 5; en 2015, la cifra aumentó a 7 y en el fatídico 2016 llegamos al histórico récord de 11 periodistas asesinados, casi uno por mes.

Pero, a diferencia de otros años, en 2016 no hubo grandes movilizaciones de periodistas.

¿Qué pasó? ¿Nos cansamos? No, nunca dejaremos de protestar. Y lo haremos cuantas veces sea necesario. Sólo entendimos que los periodistas tenemos que hacer periodismo. Y que para protegernos ya se crearon en estos años instituciones del estado que tienen una legislación robusta, recursos económicos suficientes, y asesores (varios años estuvo en México Freedom House asesorando al mecanismo federal) para la protección de periodistas. Y sobre todo, que tienen el mandato de hacerlo.

Porque hay que decirlo así: garantizar las condiciones para que medios y periodistas puedan trabajar con independencia y seguridad, es obligación del Estado. Las organizaciones de la sociedad civil pueden gestionar, asesorar, visibilizar, apoyar, acompañar, pero no es el trabajo de ninguna organización hacerse cargo del trabajo del Mecanismo.

El problema es que, después de 4 años, el Mecanismo no funciona. Su cara más inoperante (y la banalidad con que se ha tomado la protección a los periodistas en México) la mostró justo con el asesinato de Cecilio Pineda: a un reportero que cubría temas de narco en una de las zonas del país que hace años está controlada por grupos criminales, que había sufrido un atentado en septiembre de 2015, que en su primera evaluación de riesgo se consideró a extracción y un refugio para él y su familia por su condición de “altísimo riesgo”, le quitaron las medidas de protección (que consistían básicamente en rondines) cinco meses antes de que fuera asesinado.

Pero todavía peor fue la explicación de las autoridades responsables de protegerlo de por qué dejaron de hacerlo. Primero, la Unidad de Evaluación de Riesgo del Mecanismo determinó concluir su caso (en octubre de 2016) por “la inexistencia de riesgos”; luego, cuando denunció nuevas amenazas, se negó a trasladarse a un refugio “en tres ocasiones”.

«El beneficiario señala que no le es posible trasladarse al refugio, por lo cual la Junta de Gobierno le comunica que cerrará el expediente y que en el momento en que pueda aceptar la medida, se le implementaría, incorporándolo una vez más al Mecanismo”, dice el boletín No. 049/17 de la institución.

Para decirlo facilito: según los responsables de proteger a los periodistas, la única opción efectiva de protección es que dejemos de hacer periodismo.

El periodista que acude al mecanismo de protección no tiene más opciones que chalecos antibalas, botones de pánico, rondines, vigilancia y refugio. Nada de medidas políticas que ayuden a quitarle a otros las ganas de matarnos. Nada de apretarle las tuercas a las fiscalías (especialmente la FEADLE, que tiene una responsabilidad legal en el tema) para que investiguen la actividad periodística o a los gobiernos estatales para que realmente investiguen. Nada de mapas de actores políticos o estrategias que permitan prevenir las agresiones.

El mecanismo ha boicoteado sus propias iniciativas de protección y en otros casos, como la Alerta Veracruz de 2015, no ha mitigado nada las agresiones, como queda claro con el asesinato de Ricardo Monlui.

En el fondo, el problema es que el Mecanismo no fue creado para proteger, sino para simular que se protege. Y la simulación de la protección en el gobierno federal nos sale muy cara.

Por eso hay que reclamar una y otra vez que funcione. Porque hasta ahora, después de más de 4 años de existir, no hay una sola política pública que pueda parar la embestida contra la prensa en México. Hasta ahora, el Mecanismo se asemeja a Roz, ese personaje de Monsters Inc. que solo piensa en “el papeleo” mientras la trama de corrupción y miedo se desarrolla a su alrededor.

Y la mala noticia es que esto no va a mejorar. Primero, porque las benditas épocas electorales en este país siempre acarrean más problemas que soluciones. Y segundo, porque por suerte para la sociedad, cada vez se hace mejor periodismo en México. Y cada vez hay más periodistas preparándose para aprender a documentar la corrupción, para desentrañar los mecanismos que la generan y mostrar sus consecuencias. Y cada vez hay más periodistas hartos de tener miedo que están metiendo la nariz donde la gente de poder no quiere que lo hagan.

Por eso, señores del Mecanismo, es necesario que dejen de ser Roz, la mujer del papeleo, y busquen medidas que realmente sirvan para proteger a los periodistas. Por eso es urgente que ya se pongan a trabajar.

Ley Forestal, legalización del despojo

Publicado: 23.03.2017

 

¡Ya puedes ver un nuevo programa de Periodistas de a Pie!

¿Cuáles serían las implicaciones de la nueva Ley General Forestal de Desarrollo Sustentable? ¿De qué manera limita el acceso que tienen los pueblos originarios a los recursos naturales?

En esta emisión, la periodista Daniela Pastrana habla sobre la petición realizada por organizaciones de la sociedad civil para frenar la nueva Ley de Desarrollo Forestal, iniciativa impulsada en la Cámara de Diputados por el PRI, el Partido Verde y el PAN, dado que ésta pretende dejar el control absoluto de nuestras selvas y bosques a la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR).

Asimismo, explica las posibles consecuencias de aprobarse esta legislación, entre las que está la violación a los derechos de las comunidades ejidales y de los pueblos originarios para ser consultados.

 

¿Quién se acuerda de Mexicana?

Publicado: 16.03.2017

El aeropuerto de la Ciudad de México tiene una característica que no comparte con ningún otro: dentro de sus instalaciones se encuentra una protesta liderada por los extrabajadores de la compañía Mexicana de Aviación desde hace más de seis años.

En esta emisión, el periodista Alberto Nájar presenta la situación que atraviesan los jubilados y trabajadores de la aerolínea, a seis años de su desfalco.

Editorial: Las niñas de Guatemala y la cobertura en temas de infancia

 Foto: desinformemonos.org

María Teresa Juárez

@tuyteresa

La mañana del 8 de marzo de 2017, decenas de niñas y jóvenes protestaban por las condiciones de hacinamiento y violencia física, emocional y sexual dentro de la casa “Hogar Seguro Virgen de la Asunción” en Guatemala.

El día anterior cerca de 60 menores huyeron del lugar como respuesta a los múltiples abusos en este centro. Horas después serían detenidos violentamente por la Policía Nacional Civil.

De acuerdo a los primeros indicios, aunque las autoridades se percataron del incendio, decidieron no abrir, por lo que las jóvenes permanecieron encerradas hasta asfixiarse o morir calcinadas. Hasta el 13 de marzo se documentaban 40 menores muertas.

Desde 2013 organizaciones de derechos humanos denunciaron los abusos dentro del albergue. En enero de 2017 la Organización de Estados Americanos, OEA, solicitó al gobierno del presidente Jimmy Morales, un informe detallado acerca de las condiciones en las que se encuentran los centros que acogen a niñas, niños y jóvenes en situación de violencia.

Sin embargo, es hasta este evento que medios nacionales e internacionales documentan el caso cotidianamente. Algunos, han cubierto la exigencia de justicia de organizaciones y familiares; otros más, se han centrado en la difusión de videos y fotografías de las jóvenes, lo que ha propiciado la discusión acerca de la pertinencia ética de las imágenes.

Organizaciones de derechos humanos en Guatemala, exigieron a los medios de comunicación respeto a las niñas fallecidas y sus familias, lo que ha abierto la discusión pública sobre el tema de los derechos de la infancia y la pertinencia de una cobertura responsable ante hechos violentos.

¿Cuáles son los aspectos éticos para una reportería sobre infancias?

Periodistas y expertos en la región, han señalado la necesidad de un seguimiento noticioso, donde la voz de niños y niñas sea reconocida como válida. No sólo se trata de hablar de ellos, sino con ellos.

Otro aspecto relevante es la no victimización y criminalización de los menores. Al usar adjetivos como la “joven ultrajada” o “el niño sicario”, se reproduce un discurso en el que no hay margen para la reflexión acerca del contexto en el que crecen estos menores.

Durante décadas, se ha señalado la importancia de poner el foco en uno de los sectores históricamente marginados: las niñas en situación de violencia y vulnerabilidad.

Es por eso que resulta imprescindible conocer las condiciones particulares que viven niñas y jóvenes en contextos de encierro, violencia y exclusión. Ello fomenta un periodismo con perspectiva de género.

Realizar una cobertura desde el enfoque de los derechos humanos y particularmente, desde los derechos de la infancia, implica también, proponer trabajos periodísticos donde se aborde información relevante acerca de los sobrevivientes, así como el acceso a la justicia y la responsabilidad del Estado ante la violencia de las autoridades dentro del albergue.

Se trata también, de aportar herramientas para el fortalecimiento de los derechos de la infancia. Desde el discurso visual, se recomienda el uso de video y fotografía preservando el anonimato y el respeto a la identidad de los infantes.

Hasta ahora, el gobierno guatemalteco sólo ha destituido a tres funcionarios: el extitular de la Secretaría de Bienestar Social de Presidencia, Carlos Antonio Rodas Mejía; la exsubsecretaria Anahí Keller y el exdirector del albergue, Santos Torres.

Compete a los medios nacionales como a los internacionales, dar seguimiento al tema jurídico y la impunidad de estos personajes señalados como responsables, pero también, contar la vuelta de los menores a sus lugares de origen, poblados que abandonaron -la mayoría de las veces-, por situaciones de violencia extrema.

Otros temas pendientes en la agenda son: el sistema de protección a menores en Guatemala, los protocolos de seguridad dentro de los albergues y la sobredemanda de estos espacios.

En Uruguay, Argentina y Colombia, -por mencionar algunas referencias en la región- hay experiencias documentadas de cobertura responsable sobre temas de infancia y juventud.

Un primer paso para mejorar la publicación de este tipo de casos, es acudir una organización experta en el tema, para obtener asesoría en el manejo de contenidos. En México, la Red por los Derechos de la Infancia: REDIM, y Ririki Intervención Social, han reiterado la importancia de no revictimizar, criminalizar y estigmatizar a niños, niñas y jóvenes.

A casi 3 años del cierre definitivo del albergue Mamá Rosa en Michoacán, México, donde se revelaron condiciones de violencia, hacinamiento y vulneración de derechos humanos, se nos vuelve a presentar la necesidad de repensar las narrativas sobre la infancia dentro del periodismo.

Es necesario plantear coberturas que respeten la integridad de niños y niñas e indagar causas, consecuencias y perspectivas que encuentren otras miradas y otras voces ante las violencias.

Reflexionar las implicaciones de cómo se cubre el tema de infancia, nos remite a la práctica misma del periodismo, a la revisión de nuestras narrativas, de cómo estamos comunicando hechos noticiosos como los de Guatemala, Siria o México.

Es importante, repensar y fortalecer las herramientas colectivas que nos permitan mostrar historias contadas desde los propios niños y jóvenes, además de fortalecer su imagen como seres que son capaces de tomar decisiones y de ocupar un lugar como sujetos dentro de la sociedad.

Tierra + Mar: Historias de Baja California por Celia Guerrero

Foto: captura de pantalla tierra + mar

A través de la producción de Round Earth Media, Celia Guerrero, reportera de Pie de Página y miembro del consejo de la Red de Periodistas de a Pie, publicó una serie de reportajes que reflejan la competencia entre negocios estadounidenses y comunidades locales en resistencia por el territorio en Baja California.

El modelo de Round Earth Media permitió a Celia trabajar con la periodista y productora de radio estadounidense Nina Feldman, y en palabras de la periodista mexicana “trabajar juntas nos permitió obtener una imagen más amplia y clara. Como tener dos cabezas que piensan por una”.

Consulta y escucha los reportaje en Pie de Página:

Conoce más del proyecto tierra + mar aquí

Presentación de Buscadores en el foro «México: seguridad sin guerra»

 Foto: Periodistas de a Pie

Daniela Pastrana y Ximena Natera, integrantes de Pie de Página, presentaron la serie documental Buscadores en el foro «México: seguridad sin guerra», durante la mesa Los rostros de la guerra: víctimas y victimarios, que se llevó a cabo en el auditorio del Museo Memoria y Tolerancia en la Ciudad de México el pasado 6 de marzo.

Durante su participación, Daniela apuntó que se debe de cambiar la idea de que somos víctimas y victimarios y empezar a hablar de que somos sujetos de derechos.

Buscadores es una serie documental que retrata la conversión de madres, padres, hermanos, hijos y parejas de personas desaparecidas, en antropólogos forenses, gestores, abogados, investigadores y peritos, asumiendo funciones que son obligación del estado.

Dejaron la casa, el trabajo, incluso a la familia misma, para capacitarse en talleres o para perfeccionar la intuición. Sus prioridades cambiaron radicalmente y se notan en las herramientas que ocupan la mesa del comedor o la sala de la casa: libros de derecho, mapas, manuales de anatomía, palas, picos, varillas, equipo de espeleología, georadares, drones, bateas. De manera individual o colectiva, organizan cuadrillas ya sea para buscar bodegas o ranchos de cautiverio, rastrear fosas clandestinas o excavar en expedientes la complicidad de autoridades en la desaparición de su familiar.

No te pierdas cada jueves y lunes un nuevo corto documental a través de piedepagina.mx

Trailer de Buscadores:

Periodistas de a Pie comparten estrategias de investigación periodística

El pasado 2 de marzo, Daniela Rea y Daniela Pastrana, fundadoras de la Red de Periodistas de a Pie participaron en el foro “Desinformación de masas e intimidación a comunicadores. Formas de resistencia” en la Universidad Autónoma Metropolitana campus Xochimilco.

En el segmento titulado “Estrategias para un periodismo de investigación y responsabilidad social” compartieron con el joven auditorio la experiencia de la creación de la red y el proceso de crecimiento de la misma hasta la fecha, en que cumple #10añosDeaPie.

Entre otras cosas, se mostraron los portales periodísticos de la red como En el Camino y Pie de Página con sus respectivos trabajos particulares, como la serie de reportajes Mujeres ante la guerra y la serie documental Buscadores.

“Buscadores”, en un país de desaparecidos

Publicado: 09.03.2017

¿Cómo contar la historia de los familiares que se tienen que volver antropólogos y peritos para buscar a sus familiares? ¿Qué nos dicen de este país los huesos que se han encontrado?

En esta emisión, la periodista Daniela Pastrana conduce una mesa de análisis dedicada al tema de las personas que han salido a buscar a sus familiares desaparecidos en México, en la que participan:Mónica González, editora de Pie de Página; Carolina Robledo, investigadora del CIESAS y coordinadora del GIASF; Silvia Ortiz, del Grupo Vida Laguna A.C.; Graciela Pérez, integrante del programa Ciencia Forense Ciudadana; y Prometeo Lucero, Fotorreportero.

Artículo invitado: De cómo se reinventaron los fotoperiodistas en una guerra que los alcanzó

 Foto: Campaña #SigoSiendoPeriodista

Lucía Vergara García

Periodista multimedia

@LuuMafu

Hace poco más de diez años que Felipe Calderón declaró la guerra contra el narcotráfico y, de un momento a otro, los fotógrafos de vida cotidiana se convirtieron en reporteros de nota roja; nadie estaba preparado para los horrores que invadirían las calles y los centros comerciales.

Las playas dejaron de ser atractivo turístico para convertirse en escenas de crimen, la realidad nos obligó a replantear el paradigma acerca de la importancia de la fotografía como documento histórico dentro de la cobertura de violencia y el narcotráfico: ¿Cómo podría una imagen cambiar el rumbo de esta guerra?

De acuerdo con Vilém Flusser “La fotografía es una imagen de conceptos” condicionadas no sólo por la capacidad de la herramienta, en este caso la cámara fotográfica, sino también por el proceso informativo de cada fotoperiodista, sus costumbres e historias.

Por ejemplo, Fernando Brito, nos ha mostrado los atardeceres más bellos de Sinaloa y también cómo los paisajes mexicanos se empaparon de sangre; o Alicia Fernández, fotoperiodista de Ciudad Juárez, Chihuahua, ha documentado por años los feminicidios en una de las entidades con mayor número de violencia contra las mujeres.

Sus trabajos no son simples coincidencias. Fueron años de concientizar que la fotografía no es un acompañante de la nota, sino un género por sí mismo capaz de contar otro ángulo de nuestra historia pero esto implica una responsabilidad con la sociedad.

En «Retrato involuntario», Mariana Azahua reflexiona sobre la fotografía de la muerte: “Si el calor del cuerpo sigue presente, ¿se trata de un ser humano? Si ya enfrió la piel, ¿es entonces un objeto?”, estoy convencida que el debate va más allá de esto, la búsqueda de justicia implica no sólo a las víctimas directas, sino a sus familiares y a la sociedad, para que en medida de lo posible no se repitan estos hechos.

El fotoperiodismo no puede dejar de retratar nuestra vida cotidiana pero tampoco puede anteponer el nivel informativo al contenido humano y al respeto que se merece la sociedad.

Sin duda, el consumo masivo de la información retrasó por varios años este debate; cuando los medios de comunicación nos acostumbraron a buscar cada vez la imagen más sangrienta o escalofriante, un muerto dejó de ser noticia cuando llegaron diez, y estos quedaron en el olvido cuando aparecieron 30… y así sucesivamente.

La tradición fotoperiodística en México, nos educó en la idea de que las imágenes de violencia deben ser explícitas, porque así se vende, pero una fotografía estética, bien compuesta, bien iluminada, puede llegar a más personas por lo fácil de su lectura y con ello se vuelve más creíble.

Pensemos en las imágenes de Guillermo Arias, en Tijuana, o Christopher Vanegas en Coahuila, fotografías con una calidad estética implacable, acreedoras de premios periodísticos, pero que más allá de su belleza cuentan con una gran carga ética y respeto por las víctimas. Su trabajo es una muestra de que sí es posible hacer otro tipo de fotoperiodismo.

Sin embargo, todavía es común escuchar en diversas redacciones, “Yo por un muerto no voy a cubrir la nota, si no son más de diez ni vale la pena”. Es decir, perdimos la capacidad de asombro, de recordar que con la violencia en México no sólo los muertos son víctimas sino también la sociedad, y que a ellos se debe nuestro trabajo.

Las portadas de periódicos se convirtieron en trofeos para los criminales y para las autoridades; los editores pusieron a competir a los delincuentes para ver quién conseguía la mejor plana, y así fuimos deshumanizando esta guerra; le restamos responsabilidad al fotoperiodismo.

Para Roland Barthes, una fotografía cuando se hace con intención es por sí misma subversiva. Entonces, si la fotografía genera información y con ello impacto, ¿cuál es el objetivo de esta información?

En esta década de errores y aprendizajes para la prensa, diversos fotoperiodistas buscaron cómo contar de otra forma la violencia. Nuestra realidad es terrible, pero a través de su lente, han logrado que la propia sociedad recapacite del verdadero costo de la guerra.

“Geografía del dolor” a cargo de Mónica González, es una prueba de ello. Se trata de un trabajo que no se enfocó en los muertos sino en la ausencia y el vacío que han dejado los miles de desaparecidos. Las madres que han dejado sus vidas para tomar una pala y buscar en las fosas a miles de personas.

La guerra contra el narcotráfico aún está fresca, y mientras las violaciones a derechos humanos vayan en aumento, los retos para el fotoperiodismo serán cada vez más grandes; es fundamental que la capacidad de asombro por nuestro trabajo no se pierda y que en cada clic sigamos viendo a humanos, a familias, a gente que igual que la prensa han sido víctimas de una batalla que no eligieron.

Pese al buen fotoperiodismo que se está haciendo en México, deseo que en pocos años podamos voltear a ver las fotografías de mis colegas, y las sintamos tan lejanas a nosotros que sólo formen parte de un libro, de una exposición o de un recuerdo.

Mónica González dentro la lista de las 34 mejores fotógrafas del mundo que debes seguir

Foto: Nuestra Aparente Rendición / Geografía del Dolor

Kira Pollack, directora de fotografía de la revista TIME, dio a conocer la lista de las 34 mejores fotógrafas en el mundo.

En el post publicado en la revista TIME, Kira, jurado de este año para World Press Photo, se dijo sorprendida al saber que en los últimos diez años, el número de mujeres participantes World Press Photo se ha mantenido en torno al 15%. Ante el actual clima político y social que se vive en el mundo, señaló que nunca había sido tan crítico tener una perspectiva visual desde la mujeres.

Para esta lista la Revista TIME pidió a las fotógrafas, curadoras y directoras de fotografía más aclamadas de la industria a nivel mundial, que seleccionaran a una fotoperiodista que debiera ser reconocida.

El resultado es una colección de trabajos de todo el mundo.

Fragmento tomado de la Revista TIME

Desde la Red de Periodistas de a Pie, felicitamos a nuestra colega Mónica González por este reconocimiento. Para todos los que conformamos Pie de Página es un gusto compartir esta redacción contigo.

A todos nuestros seguidores los invitamos a seguir el trabajo de Monica González

Les compartimos un poco de su trabajo

Pie de Pagina
En el Camino, migración más allá de la vías
Geografía del Dolor
Frio en el Alma

En el siguiente enlace de puede consultar la lista de la 34 mujeres fotógrafas a seguir de la Revista TIME. http://time.com/4671986/women-photographers/

Fuente: TIME