Conversatorio: Mujeres Ante la Guerra

Mujeres ante la guerra es un trabajo especial de Pie de Página, el portal periodístico de Periodistas de a Pie, que busca explorar los impactos de 10 años de violencia, a través de la mirada quienes han sido testigos y sobrevivientes de la tragedia y cuyas voces generalmente quedan al margen de las narraciones públicas: las mujeres.

Publicado: 05.02.2017


Por: Ximena Natera

Mujeres ante la guerra es un trabajo especial de Pie de Página, el portal periodístico de Periodistas de a Pie, que busca explorar los impactos de 10 años de violencia, a través de la mirada quienes han sido testigos y sobrevivientes de la tragedia y cuyas voces generalmente quedan al margen de las narraciones públicas: las mujeres.

El proyecto, coordinado por Daniela Rea, cuenta las historias de hijas, madres, hermanas, amigas, esposas, maestras, doctoras, forenses, campesinas, activistas, periodistas, exiliadas, lesbianas, recopiladas por 20 reporteros y fotógrafos del país.

El trabajo fue acompañado de una mesa de análisis en el programa Periodistas de a Pie en RompevientoTV, que se transmitió el 19 de enero. En ese mesa, reporteros, editores, fotógrafos que participaron en el proyecto, y la psicóloga Clemencia Correa, dialogaron sobre el proceso de elaboración de los reportajes, los roles de la mujer ante la violencia, la dificultades de documentar el tejido social roto, los procesos de reconstrucción, la memoria.

Estos son fragmentos de la conversación en Periodistas de a Pie por Rompeviento TV.

 

¿Por qué hablar de mujeres en una guerra que ha dejado miles de víctimas hombres?

MÓNICA GONZÁLEZ, editora gráfica de Pie de Página: Pensamos que había que empezar a escuchar otro tipo de testimonios. En estos 10 años se ha transformado la vida cotidiana de todos nosotros y sus consecuencias afectan a toda una atmósfera de voces (las de las mujeres) que de una manera han quedado silenciadas.

CLEMENCIA CORREA, directora de Aluna, una organización que acompaña a defensores y periodistas en procesos psicosociales: ¿Qué le pasa a las mujeres en este contexto? No es que los hombres no son afectados, pero el rol de género en un sistema patriarcal hace que las afectaciones sean particulares y complejas; el rol de madre tiene significado también en el cuerpo y en la salud física de las mujeres. Son agredidas y hostigadas especialmente con la sexualidad, un punto vulnerable que no se habla fácilmente porque generalmente hablamos de la sexualidad como un tabú, que crece cuando se habla de un daño a la sexualidad de las mujeres. (…) Entonces, es necesario hablar de los escenarios de esta violencia socio política que implica relaciones de poder asimétrico entre los victimarios y las víctimas. También hay que recordar que es una estrategia del terror. Lo hemos visto en América Latina: esta violencia siempre implica la intencionalidad de causar un daño a la sociedad. No hay una estrategia de terror que no esté amparada en la impunidad y esto provoca que se deje a la sociedad a la merced de una incertidumbre que paraliza.

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¿Podemos hablar de una mirada femenina en las historias?

ERNESTO AROCHE, director del portal Lado B y participante del proyecto: Yo hice un reportaje sobre periodistas desplazadas. Tuve muchas dificultades para transmitir ciertos elementos de la pertenencia, cómo se rompe. Ya con un primer borrador comenzamos a editar con Daniela Rea y ella notó como mi ser hombre estaba muy presente en el texto y tuvimos que trabajar para difuminarlo, dejar que se escuchara la voz de ellas, algo que logre que el lector pueda entender como la vida se les rompió en mil pedazos.

MÓNICA GONZÁLEZ: El proyecto está inspirado en el libro “La guerra no tiene rostro de mujer”. Svetlana (Alexiévich) habla de que en la guerra el cuerpo de la mujer se trastoca, se rompe la cotidianidad y los roles: la hijas extrañan a sus mamás periodistas que acompañan a víctimas y de alguna manera las niñas de cinco años también van acompañando tu lucha. Dice una de las psicólogas de las historias: “Yo he venido acompañando por diez años, este proceso.”

¿Cómo contamos estas historias en imagen? ¿Cómo retratar lo invisible?

EUNICE ADORNO, fotógrafa independiente y participante del proyecto A mí me tocó trabajar con el Equipo Mexicano de Antropología Forense, que está integrado por siete personas, entre ellas las fundadoras Diana Bustos y Rosana Farías y es complicado abordar el tema de la imagen porque trabajan en los Semefo, instituciones, fosas comunes, con los familiares, es un ambiente privado y hostil. Era difícil hacer acompañamiento profundo. Hice retratos de su entorno, la escuela de antropología, sus oficinas, el equipo con el que trabajan, se me hacía interesante para el espectador que entienda un poco con lo que ellas trabajan. Ir reconstruyendo su contexto.

MÓNICA GONZÁLEZ En el proyecto está un equipo gráfico muy importante, desde el inicio les pedimos que se involucraran, que reflexionaran cómo ellos se habían sentido en estos 10 años y se identificaran con el personaje al que seguían. También se decidió presentar los trabajos en dípticos para lograr una narración visual que te presentara tanto los personajes como sus atmósferas (…) Discutimos como esa ausencia se podía retratar. ¿Cómo son las noches, como son los días de los hijos, como son sus espacios?.

¿Podemos hablar ya de reconstrucción?

ERNESTO AROCHE: No, creo que todavía estamos en el proceso. Me parece que a este país todavía le falta entender y asumir mucho, pasar de la culpa a la reconstrucción. Incluso, en la historia de las colegas te das cuenta como, si ya ha habido una suerte de reinicio, tiene que ver mucho con aceptar que no había opción, otra manera de hacer las cosas.

CLEMENCIA CORREA Lo más difícil de esta atrocidad, de los crímenes, es poderlo nombrar, queda como una tarea difícil ponerle palabras a tanto dolor. Se evidencia de diferentes maneras, en los silencios, en el momento de compartir la experiencia como víctima, en la casa y en las familias, poco a poco se va extendiendo un silencio en la sociedad. También nos damos cuenta del miedo. No es paranoia, esa idea que tenemos en la sociedad de que lo estamos inventando, es un miedo real, miedo de que le pase algo a ellas, a sus hijos. Hablamos también del riesgo del que habla, del que denuncia, lo sabemos claramente con los periodistas. Detrás de todo esto también hay mucha culpa y está sustentado en una especie de carga de responsabilidad a la sociedad cuando no es así. ¿Quién busca a los hijos? ¿Quién hace los reportajes? ¿Quién denuncia? Somos todos aquellos que no tenemos esa responsabilidad política y jurídica. Eso va generando una huella y la memoria que se va ocultando y que tiende, por los medios oficiales, por las campañas estratégicas, a dejar en el olvido. Esta es una de las consecuencias más profundas. ¿Dónde queda la memoria de las personas, dónde quedan sus historias? (…) Por eso es importante no dejar de creer y de crear. Impulsar los esfuerzos para recrear el lenguaje y reconstruir las ganas de hacer. Esa violencia nos va mimetizando, nos hace duros. Nunca queda uno igual, hay un antes y un después de estas tragedias. ¿Cómo nos recreamos a nosotros mismos? Para eso es necesaria la creatividad.

¿Cómo nos pensamos hacia adelante?

EUNICE ADORNO: No quedarnos callados y no perder la confianza entre nosotros. No tener miedo al otro que está tan lejos con los prejuicios que envuelve a la violencia.

MÓNICA GONZÁLEZ Uno de los procesos importantes es haber podido empezar a pronunciar y subrayar el escuchar, escuchar estas voces paralelas. Trabajar en colectivo, dejar espacios para que se pueda mencionar lo que está sucediendo a cada una de las personas que forma parte de esta sociedad. En Pie de Página estamos apostando más por este tipo de historias que no tengan que ver ya con la réplica del miedo. Buscamos hablar sobre la solidaridad y los esfuerzos por dejar de ser esa casa abandonada con los vidrios rotos.

CLEMENCIA CORREA Es importante no quedarnos solo en los impactos. Eso es lo que buscan los victimarios, profundizar el dolor y dejarnos ahí. Todas las personas afrontan estas situaciones, lo importante es fortalecer estas maneras de afrontar, no patologizar. Se tiende a decir que la sociedad está loca, que las mujeres están deprimidas o que tienen un trastorno mental y no, (todo eso) es parte de los impactos. El reto es aceptar que lo que estamos viviendo es parte de nuestra historia y como reconstruirla (…) Otro reto son las nuevas generaciones, que van quedando fuera de estas historias y también algo que decía Ernesto: trabajar en cómo no dejar de pertenecer. Si algo nos han querido quitar son los lazos, el tejido, nuestras creencias, en ese sentido nunca hay que dejar de recordar de manera constructiva, qué somos y qué queremos ser.

Si quieres ver el programa completo puedes hacerlo en este link: http://periodistasdeapie.org.mx/programa-155.php

Consulta en Pie de Página las historias del especial Mujeres Ante la Guerra: http://www.piedepagina.mx/mujeres-ante-la-guerra.php

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