Defensa de periodistas sin periodistas, helado sin vainilla
Publicado: 22.11.2017
Foto: Fernando Santillán
Por Daniel Rosas
Periodista, jefe de investigaciones del periódico El Mañana de Nuevo Laredo.
El Congreso de Tamaulipas aprobó una nueva ley, oootra. Sí, otra ley para tratar de arreglar la falta de justicia que hay en el estado. Insisto, esto de hacer leyes para tratar de solucionar la situación del país puede resultar tan útil como hacer barquitos de papel para lanzarlos al río. Además de la diversión, no pasará nada. No, no digo que no hace falta proteger a las víctimas, por el contrario. Ese es el principal problema. Hay más víctimas, porque hay más delitos y delincuentes que gozan de impunidad, porque no se respetan las actuales leyes. Hay más secuestros porque los secuestradores se sienten con la libertad de andar libremente, incluso frente a las narices de los policías.
La ley que se aprobó el 15 de noviembre por unanimidad los y las legisladoras tamaulipecas, es la Ley para la Protección de Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas para el Estado de Tamaulipas. No hace falta decir que México es uno de los estados donde más violaciones a los derechos humanos existen entre los países miembros de la OCDE. Si México es uno de los países más peligrosos para ejercer el periodismo, imagínese ahora cómo está Tamaulipas.
Para tratar de aplacar la crítica internacional, en México se crearon organismos de defensa, que la mayoría de las veces sirven lo mismo que las comisiones de la verdad, o que las fiscalías especiales: para nada. Lamentablemente, la mayoría son pantallas para encubrir los abusos y dejar que el tiempo pase, hasta la próxima elección. Algunos funcionarios bien intencionados, reconocen que a veces no cuentan con los recursos necesarios para ser efectivos.
Pues bien, sólo ejemplificaré tres puntos de la nueva ley:
1.- Lo hicieron porque tenían que hacerlo, no por interés.- Esta ley es necesario implementarla porque tienen que igualarse con la legislación federal, y cada estado “soberano” tiene que aplicar su propia ley. Entonces, lo hacen obligados. Y si no, dígame. ¿Ve usted un estado tamaulipeco más seguro y con más justicia? Verdad que no, entonces por qué creerles que esta nueva ley servirá ahora sí y de a deveras.
2.- Adoptan a un hijo, pero no le dan de comer.- Eso es lo que hicieron. Armaron la ley, insisto para cumplir con el requisito, pero dijeron que no era necesario destinarle ningún presupuesto, porque cada oficina involucrada utilizará lo que ya tiene. O sea, da lo mismo que haya nueva ley, la aplicarán los mismos, pero sin dinero extra ni para comprar papelería.
3.- El helado sin vainilla.- Si se va a defender los derechos de los periodistas, mínimo se debió incluir a un grupo de periodistas respetados y críticos del sistema, -o al menos a un o una periodista serio y reconocido- en el consejo estatal que vigilará la aplicación de esta nueva ley. No, señores, no hay ningún periodista. Está el secretario de gobierno, está alguien de seguridad pública, está un representante de derechos humanos, pero no hay ningún periodista. Es como hacer un instituto de la mujer, sin ninguna mujer en la directiva. Absurdo. Eso sí, las autoridades saldrán a publicar y aplaudir que Tamaulipas ya tiene su nueva Ley para la Protección de Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas para el Estado de Tamaulipas. Ahhh, que bonito se oye.
Dirán que en Tamaulipas se respetan las garantías del ser humano, y la libertad de prensa. Yeah, right. Sólo falta recordar que el Estado de Tamaulipas recientemente fue desmentido por la misma Organización de las Naciones Unidas. Vea usted la nota de Carmen Aristegui: “ONU desmiente a gobierno de Tamaulipas por falso “reconocimiento” en derechos humanos (Video)” en google. Tamaulipas puede estar lleno de leyes, pero sin un estado de derecho, seguirá siendo un estado fallido. Ni el cambio de color, ni de leyes serán reales mientras persista la corrupción política en nuestro país.
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